Contar en nuestra ferretería con un buen escaparate y que capte la atención del cliente es una buena herramienta para fomentar las ventas y que los clientes entren a nuestro establecimiento. El escaparate ha sufrido, a lo largo de la historia comercial, muchas transformaciones. En algunos tipos de tiendas, sin un buen escaparate, la venta no existe.
Es el caso de una pastelería que ofrece la visión de todos sus pasteles colocados en un exquisito orden o de una tienda de moda que exhibe unos maniquís con unas elegantes y conjuntadas prendas. Pero, ¿qué ocurre cuando llegamos al mundo ferretero y analizamos lo que han sido los escapares y lo que son ahora, qué importancia han tenido y tienen en la actualidad?
Pues curiosamente el escapare en la ferretería siempre ha estado presente, pero con un concepto muy distinto a lo que en el resto de comercio se entendía como escaparate. En ferretería, el escaparate se ha basado tradicionalmente en saturarlo de productos y más productos sin ningún orden ni coherencia.
Con el tiempo la ferretería fue evolucionando y muchos ferreteros ya empezaron a montar escaparates monotemáticos y con menos productos y más attrezzo o ambientaciones. Pero incluso, a día de hoy, el ferretero no apuesta mucho por aplicar las técnicas de captación y presentación para preparar un buen escapare, porque no le da la importancia que realmente tiene. Otro de los aspectos muy negativos, y que no hemos superado ni siquiera ahora en nuestro sector, es el excesivo tiempo que permanece un escaparte con la mismo oferta o presentación, lo que genera falta de interés por parte del cliente, ya que ve lo mismo durante mucho tiempo. Esto provoca que el escaparate no pierda su finalidad de convertirse en un imán para captar la atención del cliente y conseguir que entre en nuestra ferretería.
Debemos de otorgar al escaparate el gran valor que tiene. Se trata de un gran elemento para vender y captar la atención de nuestros clientes.
6 consejos básicos para montar un buen escaparte en una ferretería
La importancia. Debemos ser conscientes que un escaparate tiene la misma o más importancia que cualquier lineal, cabecera o pódium de promociones que hagamos dentro de la tienda. Y, en muchas ocasiones, es más importante el escaparate, al ser la forma de lograr que cliente recuerde la necesidad de hacer la compra de un producto o bien fomentar la compra impulsiva de lo que está viendo sin entrar a nuestro establecimiento. El escaparate genera una motivación de compra que consigue que los clientes nos visiten y es un espejo de lo que verán y cómo si nos visitan.
La duración. Un escaparate no puede ser perpetuo. Puede ser por temporada y, dentro de la cada temporada, monotemáticos. Si esto lo tenemos muy claro y somos conscientes de ello, la efectividad y el aumento de las ventas provocados por el escaparte serán realmente importantes. Pero no podemos efectuar una oferta y ambientación con cloro y productos de piscina y dejarlo ahí hasta las navidades por falta de tiempo para cambiarlo. Esto nos provoca dos problemas: perdemos la fuerza de crear interés al cliente y transmitimos una muy baja sensación de profesionalidad y de respeto hacia nuestros clientes al no evolucionar ni interesarnos por é.
Las dimensiones. Para hacer un escaparate no existe ningún ley o norma que nos diga la cantidad de metros determinada. Se puede montar un escaparate que llame la atención y sea comercial en cualquier medida y el ejemplo lo tenemos en una joyería que, debido a su tipología de productos, cuenta con escaparates pequeños y ajustados. Por este motivo, no hay excusa para hacer un buen escaparate en cualquier forma o medida y no podemos pensar que no lo mirará nadie, porque no es así: muchísima gente ve y aprecia los microdetalles de un escaparate y para nuestra ferretería son posibles ventas.
El contenido. Está claro que lo que se quiere es transmitir lo que tenemos y para ello utilizamos una serie de productos o servicios, pero el trato que debemos de darles no es el de cuanto más mejor, sino todo lo contrario. Es muy importante que exista un equilibrio entre lo que queremos que el cliente vea y no confundirle con una prolongación de nuestro almacén mediante la acumulación de un montón de producto en el que unos no dejan ver el resto de artículos. Elegir bien lo que queremos dar a conocer a nuestros clientes debe tener un límite y no puede ser una saturación de productos y más productos.
Programación. Uno de los mayores problemas que tienen los ferreteros o cualquier otro establecimiento consiste en la falta de tiempo y utilizar la improvisación como una herramienta más de trabajo. Esto no es nada bueno. Y también es muy importante saber qué hacer con un escaparte, cuándo hacerlo y qué tiempo debe estar expuesto. Debemos realizar una planificación de todo un año con cuatro fechas importantes acerca del día que empieza el nuevo escaparate y el día que termina, cuándo debemos de pedir y tener todo el material para hacerlo y el día de montaje. Si esto lo plasmamos en un papel con fechas, contenidos, necesidades para hacerlo, quién lo hará, etc., el escaparte tendrá éxito, fijando su duración por cada acción que tengamos planificada.
No solo es producto. El concepto escaparate no solo nos obliga a colocar productos y más productos, sino que debemos de interrelacionarlos y ambientarlos. Para ello es preciso saber combinar elementos que tengan que ver con la utilidad o las ventajas del producto, ya que esto ayudará mucho a crear aún más interés al cliente. Un ejemplo consiste en exponer un cortacésped directamente sobre el suelo del escaparate o colocarlo sobre un trozo de césped artificial, ya que se genera más interés sobre esta máquina con esta ambientación. Lo mismo con el cloro de la piscina, la pintura, las herramientas, el menaje, etc. Todo debe de estar conjuntado y relacionado. Todo se basa en tener tiempo para definirlo y saber qué es lo que queremos transmitir, si una sensación para que nos compren una determinada familia de productos o bien un determinado producto. Todo es posible simplemente con un escaparte, siempre que sepamos lo que queremos y esté por escrito con un pequeño esbozo de cómo debería de ser. Sin duda, un buen escaparate es un buen aliado comercial para ayudar a vender más y resulta muy económico, ya que simplemente hay que mantenerlo limpio y en condiciones.
Sugerencias y comentarios para lograr un buen escaparate en ferretería
- El escaparte en la ferretería tiene mucha más importancia de la que le damos.
- Contar con un buen escaparate y que vaya cambiando según las épocas o los productos nos dará más ventas.
- Lo único que conseguimos con hacer mal o a desgana un escaparate es comunicar las debilidades que tenemos como ferretería al cliente.
- Planificar cuándo y cómo hacer un escaparate es casi el 50 % del éxito de este.