Arquitectura oval: una escuela de niñas en el desierto

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  • Diana Kellogg Architects construye un escuela ovalada para niñas que emerge entre las dunas del desierto indio del Thar. Empoderamiento femenino y respeto por la tradición local definen este proyecto.

Situado en las dunas del desierto indio del Thar y cerca de la Ciudad Dorada de Jaisalmer, emerge un poético edificio ovalado construido con arenisca, obra de la arquitecta norteamericana Diana Kellogg con estudio en la ciudad de Nueva York.

En una región donde el ìndice de alfabetización femenina no llega al 36 por ciento, la escuela para niñas Rajkumari Ratnavati abrió en 2021 sus puertas a más de 400 niñas de entre cinco y dieciséis años. Promovida por la organización sin ánimo de lucro CITTA dirigida por Michael Daube, la escuela es el primer edificio del complejo GYAAN, que se completará con la Women’s Cooperative y el espacio de exhibición con biblioteca y museo, para generar un verdadero impacto en la comunidad femenina local, empoderando las mujeres e incentivando a las familias a proteger y educar a sus niñas.

Siendo un edificio proyectado por una mujer para otras mujeres y niñas, Diana Kellogg diseñó un edificio elíptico como símbolo del poder femenino, un grande abrazo que acoge las niñas en su interior como si de una fortaleza se tratara. Además, la arquitectura ovalada no es ajena a la tradición constructiva de la India, ya que existen antiguos templos como el Sanchi Stupa o el Dhamekh Stupa con plantas elípticas. Aunque la referencia que más recuerda el proyecto de Kellogg es el maravilloso Templo Chausath Yogini, obra que se especula podría haber inspirado el edificio circular del Parlamento de la India diseñado por Edwin Lutyens hace cien años.

Por consiguiente, las formas curvas del moderno edificio de la escuela se funden con las dunas del desierto y a la vez se integran con el paisaje, la cultura y la historia del país.

En el enfoque holístico de la arquitecta destacan la sostenibilidad y la utilización de materiales y técnicas locales para la construcción del edificio. La escuela tiene una estructura de fuerte formada por muros de piedra arenisca de la zona tallada a mano. El muro exterior permite que el aire fluya a través del edificio y evita la entrada del sol y la arena.

El edificio está orientado para maximizar la brisa del viento y evitar la entrada de luz solar, y asimismo, incorpora sistemas de recolección de aguas para recolectar y reciclar el agua de lluvia. También se han incorporado paneles solares que alimentan los elementos de iluminación y los ventiladores presentes en el edificio. Kellogg no quería ocupar gran parte de la pasarela elevada con los paneles solares y decidió construir una estructura metálica cubierta con éstos paneles para obtener una zona lúdica y sombreada equipada con balancines, columpios y barras para trepar.

El diseño elíptico de la escuela y la altura de sus muros son los que dan sombra a las niñas en el patio, y la reducción del ancho permite cubrir con un dosel el espacio abierto durante los meses más calurosos. Además las formas redondas son una tipología muy familiar para los artesanos que han construido la estructura. De esta forma se ha conseguido un diseño económico a la vez que representativo de la región y sus miembros, incorporando elementos tradicionales y culturales.

Otro punto muy interesante del proyecto es la atención por los detalles. Se han incluido diyas, unos pequeños medallones de piedra arenisca local esculpidos que representan formas florales. Una pared decorada con estos medallones recibe el visitante, y cada aula está indicada con un diya representando flores distintas. Las puertas y los muebles de las aulas han sido realizados localmente con madera de palisandro y tejidos Charpai tradicionales.

La pasarela elevada está cubierta con un pavimento de mosaico azul que recuerda el agua y contrasta con los colores amarillos de la arenisca. Los parapetos perforados que protegen la pasarela se diseñaron como una reinterpretaciòn de las mamparas enrejadas Jaali prominentes en la arquitectura india Mughal y utilizadas para dar privacidad.

Con todos estos elementos la arquitectura de este proyecto se integra en el paisaje árido a través de los materiales y las técnicas de construcción y asimismo se convierte en un elemento nuevo de orgullo y empoderamiento para las niñas y las mujeres de la comunidad local, un lugar catalizador del cambio. En palabras de Diana Kellogg quería hacer un edificio sobre el espacio, la luz y la comunidad y no sobre el diseño: una estructura que resonara con el alma y reforzara las energías naturales para nutrir y sanar a las mujeres y las niñas”.

Fuente: https://arquitecturayempresa.es/

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