El futuro de la construcción son las casas de madera, un material saludable y sostenible
La madera es un recurso renovable que se puede reciclar y reutilizar, se trata de un material natural ligero, saludable y buen aislante térmico. Por todos estos motivos la construcción de casas en madera está en auge, sobre todo pensando en términos de sostenibilidad y confort, dado que mejora la calidad del aire de sus habitantes (y también de las ciudades).
Para tratar sobre los muchos beneficios de edificar viviendas en madera, hablamos con Ander Echevarria, director técnico comercial de 100x100biopasiva (www.100x100biopasiva.com). En la imagen, una unifamiliar en madera construida por ellos y cuyo proyecto firma el estudio Arce Arquitectura. Se trata de una passivhaus construida en Torrelodones (Madrid) y, en su momento, fue la casa de madera más grande construida en España (cuenta con 650 metros²). Para la mayor parte de la fachada y de los interiores se empleó madera de cedro canadiense y la vivienda tiene su particular forma debido a que no debía talarse ningún árbol existente.
Otra forma de construir
Antes, varios siglos atrás, ya se construía con piedra y madera. “Luego la evolución ha sido desfavorable, a nuestro entender, porque hace ya más de 150 años que se emplea el acero, el hierro y el hormigón”, explica el experto.
Existen informes de que, en 2021, un 10% emisiones culpables de los gases de efecto invernadero provenían del acero, el hierro y el hormigón. Y las previsiones es que, en 2100, será el 30%. Mientras que la madera, en contrapartida, absorbe el CO2, primero cuando es árbol, pero también talada cuando se emplea en la construcción.
¿Cuándo ha comenzado a volverse a construir en madera?
Los finlandeses introdujeron este tipo de construcciones y su gran aceptación en España llegó hace unos 40 años atrás. Y aunque en la última década el número cuantitativo de las casas de madera ha crecido mucho, todavía sigue siendo algo excepcional. En la imagen se aprecia el montaje de una casa de este tipo, construida por Arquima.
“Actualmente quizá ni llegue al 5% del total. Aunque es probable que en los próximos 20 años subamos al 15% de las nuevas construcciones de vivienda. Va a haber una evolución rápida y grande”, considera Ander.
Aún más optimista es Daniel Ibáñez, director del IACC, quien en una entrevista al diario Ara afirmó que, dentro de 20 años, el 30% de las viviendas serán de madera. Y motivos para elegirla hay de sobra, veamos todas las ventajas.
Mejora del aire
Construir en madera genera beneficios medioambientales muy grandes, pues, como ya hemos apuntado, está absorbiendo CO2 durante toda su vida útil. “Mejora el aire de nuestras ciudades y nos va a aportar a nosotros también una calidad de aire interior de la vivienda”, explica Ander.
En un entorno urbano, en un barrio de Girona, se sitúa el bloque 6×6 con un programa de 35 pisos. Un proyecto de Bosch Capdeferro en el que se utiliza un sistema constructivo a base de paneles de madera contralaminada y que ha resultado uno de los ganadores en la XV Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo.
Gran aliada de la sostenibilidad
Al tratarse de un material más ligero, ello implica que en su transporte también hay menos emisiones de CO2. Además, a la hora de manipular la madera requiere de menos maquinaria pesada, que también implica emisión de CO2 por la combustión de los combustibles fósiles (pues no funcionan con electricidad).
Por si los beneficios medioambientales fueran pocos, por otra parte, los tiempos de ejecución de la construcción de viviendas se acelera respecto a las convencionales y se logran casas de muy alta eficiencia energética, además de duraderas. En la imagen firma el proyecto IAAC.
Buen material térmico
La madera tiene una conductividad térmica muy baja, es muy mala conductora del frío y del calor y, por lo tanto, elimina los puentes térmicos y, de esa forma, contribuye a conseguir más fácilmente una alta eficiencia energética de tu hogar. En la imagen vemos Casa Sophia, la vivienda y showroom de 100x100biopasiva, construida por ellos y proyectada por Zink Arquitectura.
Otro beneficio añadido a sus excepcionales características es que con menos espesor de muro conseguimos el mismo resultado térmicamente que lograrías con una construcción convencional con un muro mayor. “Pongamos por caso que hay que construir una passivhaus [edificación eficiente que busca reducir al máximo la demanda energética] en una población con inviernos muy fríos, pues bien valdría un muro en madera de 30 cm, y uno convencional debería ser de mínimo 45 cm”, especifica el experto. ¡Con el mismo espacio construible se ganan metros útiles!
Reciclable o reutilizable
Cuando debe derribarse un edificio porque ya ha cumplido su ciclo de vida, la madera puede reciclarse. “Prácticamente el 80-85 % de la madera utilizada no solo en la parte estructural sino en tableros y elementos secundarios, se puede reutilizar. El volumen de reciclabilidad es muy elevado”, señalan desde 100x100biopasiva.
Además, también se le puede dar otro uso como energía calórica o abono, si se prefiere.
Recelos frente al fuego
En caso de incendio la madera no se quema rápidamente porque la propia carbonización ahoga la llama. Así pues, aguanta más tiempo que, por ejemplo, el acero estructural que colapsa al alcanzar los 538º C.
Para quienes tengan recelos con las construcciones en madera hay que tener claro que ante el fuego cualquier casa arderá, con independencia del material en el que esté construida. Además, si llegara a quemarse, los gases resultantes de la combustión de la madera no son tóxicos, lo que ayuda a preservar vidas humanas.
Talas controladas
Los dos sellos más conocidos y que más peso tienen son FSC y PEFC, aunque existen más. Para certificar la madera no solo se comprueba que los bosques están gestionados de forma sostenible (se tala en menor medida de lo que se planta), sino que también comprueban la trazabilidad hasta que se utiliza como producto final. Ese control es muy importante para que garantice que las viviendas que estás construyendo realmente utilizan maderas de bosques sostenibles.
En la cabaña que vemos, construida en el parque de Collserola (Barcelona), la totalidad de la madera utilizada es pino carrasco (Pinus halepensis) y fue extraída en un radio de menos de 1 kilómetro desde el lugar de construcción. La fachada fue tratada con la técnica Shou Sugi Ban, que consiste en quemar la superficie de la madera para hacerla resistente a los agentes atmosféricos, la humedad, el moho e incluso los parásitos. Es un método ecológico que tiene su origen en Japón.
Variedades de madera más empleadas
En España (y a nivel global), el pino y el abeto son los árboles que más se emplean. Si hablamos de entramados ligeros, cualquiera de los dos es válido, mientras que para los paneles de madera contralaminada (o CLT, de las siglas de cross laminated timber) se usa principalmente abeto escandinavo o de otros países del norte de Europa, aunque hay empresas españolas como Finsa y Egoin que ya están utilizando el eucalipto o el pino.
La única diferencia entre las dos variedades más empleadas es el tipo de nudo: el pino lo tiene de mayor tamaño y ovalado y el abeto, tiene más pero más pequeños y redonditos.
Las clases resistentes habituales oscilan desde la C16 a la C24. “Nosotros para madera estructural la calidad que siempre damos a nuestros clientes es el C24 y en el caso de que se trate de madera laminada, la GL24. Se puede usar también la C18, pero en ese caso tiene más cantidad de nudos y ello implica que hay menos cantidad de madera y que la calidad disminuye, así como su durabilidad”, detalla Ander.
El edificio de la imagen, en Lugo, emplea madera de pino y eucalipto gallego.
¿Revestir la madera?
En esta casa unifamiliar proyectada por Energiehaus se utiliza la madera como material estructural y SATE (un aislamiento exterior consiste en la integración de una serie de capas de distintos materiales).
No es necesario que las viviendas en madera se revistan también en madera para que absorban CO2, existen otras alternativas ecológicas. Por ejemplo, una construcción con SATE exterior de fibra de madera o vidrio reciclado y el mortero puede ser de un acabado fotocatalítico o de silicato. En interior, por su parte, se pueden emplear la pintura de cal o el yeso alabastrino de Teruel.
Fuente: https://www.hola.com/