Esta estación de servicio de silueta futurista data de 1937. Situada más allá de las columnas de Hércules en Copenhague, en la carretera de Strandvejen que bordea el mar y que conduce directamente al Museo de Arte Moderno de Luisiana (uno de los más interesantes de toda Dinamarca), es un icono del funcionalismo modernista temprano, una obra de arte arquitectónica firmada por Arne Jacobsen .
En torno a la playa de Bellevue la gasolinera forma parte de una escenografía formada por los baños Bellevue Beach de 1932, el conjunto residencial Bellavista de 1934 y el teatro Bellevue de 1936. Después llegaba la rebautizada gasolinera Il Toad para completar un entramado arquitectónico total white y definir las reglas de una expresividad danesa funcionalista. Aquí no faltan las formas cubistas y las enseñanzas de la Bauhaus. «A principios de la década de 1930, la gente comenzó a acudir en masa a Bellevue», cuentan desde la organización Arne Jacobsen Design / IS. «En 1932, Arne Jacobsen recibió el contrato de diseño de instalaciones públicas para los nuevos baños de playa y luego se le encargó diseñar varios otros edificios nuevos en el área». ¿El objetivo? Arne Jacobsen quería crear arquitecturas que pudieran establecer un diálogo fluido con la Naturaleza, que la tuviera en cuenta como una forma de bienestar en contraposición con a ajetreada vida de la ciudad. Bellevue nació para quedarse. Aún así, allí, el ocio y el diseño conviven en esta serie de proyectos que destacan en el panorama danés.
La estación de servicio debe su apodo – Es Sapo , precisamente – voladizo que se extiende desde la azotea. Arne Jacobsen, con visión de futuro, decidió construirlo para dar cobijo, en caso de lluvia, a los automovilistas detenidos para repostar. La protuberancia elíptica es muy interesante: «y es un claro testimonio de su talento para el diseño». Después del atardecer, con las luces artificiales encendidas y las luces naturales apagadas detrás de los techos de las casas, a Arne Jacobsen le pareció bien transformar la gasolinera en farol tamaño XL, creando lámparas posicionadas en la fachada, juegos de luces, sombras y reflejos. El toque final: el reloj de estilo escandinavo en la fachada. Aplicado en una época posterior, se colocó donde, en su día, el arquitecto había pensado en lucir el logo de la compañía petrolera propietaria de la gasolinera: Texaco.
Fuente: https://www.elledecor.com/es/arquitectura/a43156414/gasolinera-arne-jacobsen-copenhagen/
