En El Salvador y Costa Rica, la guatemalteca Cementos Progreso y sus sociedades adquirieron los negocios de Cemex, por un monto de 335 millones de dólares. Con esta operación (firmada la primera semana de enero), Cementos Progreso amplía su liderazgo en el mercado centroamericano que ya alcanzó a tener operaciones en siete países de la región.
La compra, que involucró entrega de garantías, incluyó una planta y una estación de molienda de cemento totalmente integradas, siete plantas de concreto premezclado, una cantera de agregados y un centro de distribución en Costa Rica y otro en El Salvador. Se espera que la adquisición concluya durante el primer trimestre de este año luego de obtener las debidas aprobaciones y condiciones típicas de estos procesos.
Las empresas tuvieron como asesores legales en la operación a *Hogan Lovells (Miami) y Consortium Legal, por Cemex en Costa Rica y El Salvador, y a BLP (Costa Rica y El Salvador), Milbank LLP (Nueva York) y Cuatrecasas (Madrid), por Cementos Progreso.
Plan de crecimiento de Cementos Progreso
Vale resaltar que la compra es parte del plan de crecimiento de la organización, fijado para 2025. Este se centra en expandirse en América Latina; de hecho, esta transacción ocurre luego de que Cementos Progreso adquiriera un molino de cemento, propiedad de Cemento Interoceánico, en Panamá (en 2019); además inauguró un molino en Belice, con una inversión de 8,2 millones de dólares, e inició operaciones en Colombia en 2020.
“Centroamérica es para nosotros todo lo que aspiramos a tener como mercado”, dijo recientemente José Raúl González, CEO de la compradora, en entrevista con Forbes. La empresa guatemalteca también participa en los mercados de cal en construcción e industriales en toda Centroamérica, República Dominicana, Ecuador, Trinidad y Tobago y Perú.
Para Cemex, de acuerdo con su sitio web, esta transacción le permite «avanzar en los objetivos de rebalanceo de nuestro portafolio, liberando recursos para financiar nuestras inversiones de crecimiento y continuar la reducción de nuestra palanca financiera”. La empresa mexicana señaló en este comunicado que la desinversión los acerca al objetivo del plan estratégico de Cemex, Operación Resiliencia, para optimizar su portafolio global.
En busca de este apalancamiento, se presume que los recursos obtenidos de la venta sean usados por la cementera mexicana en financiar su crecimiento por medio de inversiones complementarias en Europa, Asia y Estados Unidos.