Construida en 1893 para la Compañía de Hierros del Sur, el edificio representa la fusión del historicismo con nuevos materiales
La antigua estación del ferrocarril de Almería, situada en la plaza Manuel Fraga –históricamente plaza de la Estación–, es una de las joyas arquitectónicas de la provincia. La terminal, cuyo diseño se atribuye al arquitecto francés Fargue, se levantó en 1893 para la Compañía de Hierros del Sur de España, fundada unos años antes para transportar minerales desde Sierra Morena hasta el puerto almeriense. Su fachada, que combina el hierro con el cristal, es de una belleza enorme. Valores que implicaron la incoación del inmueble como Bien de Interés Cultural de Andalucía en 1985.
El edificio tiene planta rectangular. Se asienta a 8,28 metros sobre el nivel del mar, sobre una especie de plataforma con sus vías elevadas que discurren en dirección hacia el muelle y el cargadero. Esta diferencia de nivel se planteó para evitar los daños que pudieran ocasionar las crecidas de las ramblas que atraviesan Almería para desembocar en el mar.
En la parte central de la estación aparece un cuerpo situado a mayor altura. Las fachadas –la principal tiene una altura de cincuenta y cuatro metros– aparecen delimitadas por dos grandes pilares reforzados con parejas de pilastras.
En cualquier caso, la importancia de esta construcción radica en la especial forma de fundir la arquitectura historicista con nuevas técnicas y materiales. Un solo elemento ornamental desentona dentro de la tendencia clasicista:las cabezas de los remaches. La inspiración francesa se evidencia en el cuerpo central, que se relaciona con la Exposición Internacional de París de 1889.
Entre 1988 y 1991 se llevó a cabo un proyecto de rehabilitación que permitió la restauración de seiscientos metros cuadrados de superficie.Las obras devolvieron la belleza a la estación. En la nueva sala de espera se descubrieron extraordinarios artesonados cerámicos ocultos bajo el falso techo colocado en el espacio donde estaba la cantina. Entre las ventanas de la segunda planta se repiten azulejos la ‘A’ de Almería con el típico grafismo vascuence en txapela.