Con más de 11.000 años de historia, el ladrillo es uno de los materiales de construcción más antiguos. Es más, reemplazando los bloques de barro secados al sol, los romanos fueron los primeros en experimentar con masas de arcilla cocida en nuevas formas constructivas como arcos, bóvedas y cúpulas. Si bien las dimensiones y métodos de fabricación de este pequeño módulo han evolucionado a lo largo de los años, sus componentes y clásica forma rectangular han experimentado pocos cambios, en especial considerando su larga historia. La explicación es simple: el ladrillo, con su calidez, versatilidad y destacadas propiedades estructurales, es un material atemporal que no pasa de moda.
No es de extrañar, entonces, que el ladrillo se posicione como uno de los sistemas constructivos más utilizados en el mundo; especialmente en Latinoamérica, donde su uso representa la identidad y cultura local. Bajo este contexto, hace más de 40 años surge Cerámica Santiago, el mayor fabricante de ladrillos cerámicos en todo Chile. Explorando las posibilidades del material, hablamos con ellos para conocer las numerosas ventajas del ladrillo que le otorgan su reconocida reputación en la industria.
De un recurso natural a un bloque de alto rendimiento
El ladrillo se elabora a partir de la arcilla, materia prima que abunda en la tierra y se extrae directamente de ella. Una vez mezclada con agua, moldeada y extruida, forma el producto final y se somete a un proceso de secado y cocción, adoptando su resistencia mecánica en una variedad de estilos y dimensiones. Sin embargo, según indican desde Cerámica Santiago, “la línea de ladrillos con mayor uso corresponde a aquellos destinada a la construcción de albañilería estructural. Entre ellos están aquellos con alturas de 7,1 cm, 9,4 cm y 11,3 cm.” Gracias a su textura y color natural, es común que estos se utilicen a la vista, formando una masa compacta o diversas composiciones mediante la rotación, desplazamiento o entrelazado de bloques.
¿Por qué preferir el ladrillo antes que otras soluciones constructivas?
En comparación a otros sistemas constructivos, el ladrillo cerámico posee una serie de ventajas que lo hacen especialmente atractivo. En conjunto, estas se pueden agrupar en 4 ejes: durabilidad, acondicionamiento térmico y acústico, sustentabilidad y resistencia al fuego.
¿Por qué preferir el ladrillo antes que otras soluciones constructivas?
En comparación a otros sistemas constructivos, el ladrillo cerámico posee una serie de ventajas que lo hacen especialmente atractivo. En conjunto, estas se pueden agrupar en 4 ejes: durabilidad, acondicionamiento térmico y acústico, sustentabilidad y resistencia al fuego.
Durabilidad
Dado que las partículas de arcilla se fusionan durante el proceso de cocción, el ladrillo posee una alta resistencia al paso del tiempo, al impacto y a la humedad. Por lo mismo, es uno de los materiales de construcción más duraderos, lo que se evidencia en las innumerables obras coloniales que hasta hoy se mantienen en buen estado. En la actualidad, la fabricación industrial ha incrementado aún más su calidad, resistencia estructural y durabilidad, permitiendo obtener productos cuyo comportamiento incluso sobrepasa los requisitos establecidos por la normativa.
De este modo, las construcciones de albañilería pueden fácilmente alcanzar una vida útil que supera los 100 años. Se suele recomendar, sin embargo, una mantención mínima. Por ejemplo, en edificios con ladrillo a la vista, esta consiste en proteger los muros cada 5 a 10 años con un tratamiento Hidrorrepelente incoloro que evita la absorción de agua lluvia.
Cuando hablamos de ladrillo, y en particular como material para la construcción de nuestra casa, pensamos en general que nuestra vivienda, además de ser sólida, será una construcción definitiva y para toda la vida. – Cerámica Santiago
Acondicionamiento térmico y acústico
Gracias a su elevada masa térmica, construir con ladrillos puede ayudar a reducir las fluctuaciones de temperatura. No obstante, en zonas que exigen mayor acondicionamiento térmico, existen soluciones que se adosan fácilmente al muro de albañilería como elementos de aislación y terminación interior o exterior. Entre ellas están los estucos térmicos, estucos en base a corcho, soluciones EIFS, revestimientos interiores en base a Poliestireno y Placas de Yeso Cartón.
Por otro lado, en casos como el chileno, el acondicionamiento acústico se exige exclusivamente en viviendas que cuentan con unidades contiguas y pareadas, separadas por un muro medianero. Para ello, existen ladrillos estructurales que de por sí cumplen con los requisitos acústicos exigidos, como por ejemplo la línea SantiagoTe de Cerámica Santiago. Así, se cumple con la norma y se brinda mayor comodidad al usuario.
Sustentabilidad
Si bien su producción emite más CO2 que la madera, el ladrillo puede ser sinónimo de sustentabilidad. Su ingrediente principal, la arcilla, es un recurso natural abundante, lo que implica que es intrínsecamente ecológica y respetuosa con el medio ambiente, sin contener componentes complejos ni productos químicos. Además, ya que pueden durar un tiempo indefinido, los ladrillos pueden reutilizarse y reciclarse una y otra vez, evitando la generación de escombros, permitiendo devolver el material a la tierra y aportando a un desarrollo circular. En muchos casos, estos se desmenuzan o trituran para generar elementos de jardinería, o bien se mezclan en ladrillos nuevos para minimizar el uso de arcilla.
En muchos proyectos de ornamentación urbana, es cada vez más utilizado el ladrillo molido – proveniente de escombros o ladrillos en desuso – como solución de jardín seco, lo que, sumado a la escasez actual de agua, representa una muy buena alternativa. – Cerámica Santiago
Resistencia al fuego
Otra cualidad que distingue al ladrillo cerámico es su alto poder de resistencia al fuego, cualidad que se logra durante el proceso productivo (su cocción alcanza temperaturas de hasta 920°C). En el caso de Chile, el reglamento de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones exige un factor de resistencia al fuego de F60 en muros de albañilería, es decir, una resistencia en tiempo de 60 minutos. Los ladrillos fabricados por Cerámica Santiago, por ejemplo, cuentan con resistencia desde F120, más que el doble que lo mínimo exigido. Además, en el caso de incendios, los bloques cerámicos no emiten gases perjudiciales para la salud humana, convirtiéndose en un material seguro y confiable que es ideal para viviendas.
Sin perder su belleza, elegancia y calidez estética, el ladrillo ha demostrado a través de los años que es una solución constructiva de excelente rendimiento. Incluso en un contexto actual, donde la arquitectura tradicional se enfrenta a nuevas tecnologías y materiales innovadores, este pequeño y simple módulo rectangular comprueba que su calidad sigue siendo incomparable. Sin duda, cuenta con una larga trayectoria, pero su historia aún se escribe.
Fuente: https://www.plataformaarquitectura.cl/