El Atelier Marko Brajovic diseña un complejo turístico a orillas del Río Negro, en la Amazonía brasileña, cuyas estructuras imitan a la naturaleza.
Bajo el título How Will We Live Together? (¿Cómo viviremos juntos?), la 17ª Bienal de Arquitectura de Venecia se ha centrado este año en buscar soluciones a los problemas actuales del planeta, como las divisiones políticas, las desigualdades económicas y el desequilibrio ambiental. Un llamamiento global al que los arquitectos han respondido con propuestas tan llamativas y sostenibles como el nuevo hotel Mirante do Madadá, diseñado por el Atelier Marko Brajovic.
Frente al brasileño Parque Nacional de Anavilhanas, este complejo turístico ubicado a orillas del Río Negro propondrá a los viajeros una inmersión total en el entorno y su biodiversidad –siempre en comunión con las comunidades locales– a través de una arquitectura biomimética y de experiencias de bienestar y al aire libre en mitad la selva.
DIÁLOGO CON LA NATURALEZA
Las estructuras, en forma de semilla, han sido organizadas orgánicamente en el espacio por el estudio, que se ha apoyado en la propia topografía del terreno y ha respetado la vegetación local existente, tan sólo intervenida de manera leve por el Studio Clariça Lima, que ha ideado un paisajismo visualmente permeable y confortable.
El diálogo entre los espacios abiertos y cerrados será fluido gracias al diseño de los módulos arquitectónicos, que se mimetizaran con el entorno, imitando el aspecto de las testas, las estructuras que utiliza la naturaleza para proteger los órganos vegetales.
La recepción, el concierge, el bar, el restaurante, el lounge, los espacios expositivos y la piscina infinita ocuparán la Casa Colectiva, que mira de un lado hacia el río y del otro hacia la selva, y estará conectada con las 12 habitaciones mediante una serie de pasarelas.
También habrá senderos distribuidos por toda la propiedad que llegarán hasta el punto más alejado del hotel: la Casa de Cura, un espacio inspirado en las formas de la Victoria Amazónica o Victoria Regia (un nenúfar con gran protagonismo en la mitología de las culturas ancestrales) en el que se desarrollarán las clases de yoga, se realizarán masajes y baños ayurvédicos y servirá como lugar de encuentro con los líderes indígenas de la región.
El interiorismo de las habitaciones correrá a cargo dela arquitecta Marília Pellegrini y todos los detalles del proyecto arquitectónico están inspirados en elementos naturales y culturales de la región, «entrelazando signos y significados, texturas y materiales, percepciones y caminos».
El proyecto hermano de Mirante do Madadá, Mirante do Gavião Lodge, diseñado por el Atelier O’Reilly, también está presente en la Bienal dentro de la muestra Time Space Existence, en el marco del prelanzamiento de la Bienal AMA + ZÔNIA 2022: un foro internacional que reunirá a artistas y profesionales en un intercambio técnico y científico que buscará el desarrollo económico y sustentable de la región.
Porque tal y como afirma Marko Brajovic: “La Amazonía es el lugar donde se discute el futuro del planeta y el objetivo es arrojar luz sobre estas iniciativas y colaboraciones que presentan posibles formas de convivencia. Nuestro propósito es hablar de la Amazonía de manera positiva y constructiva, presentando nuestras creaciones que se integran simbióticamente en el ecosistema natural y cultural de la región”.
Fuente: www.traveler.es