La arquitectura siempre ha sido una disciplina en constante evolución, y el material utilizado en la construcción de edificios es un aspecto crucial. La innovación en la tecnología de materiales ha llevado a la creación de nuevos materiales que son más resistentes, duraderos y sostenibles que nunca antes. Estos nuevos materiales ofrecen una amplia gama de beneficios y pueden mejorar significativamente el proceso de construcción y la eficiencia energética de los edificios.
Uno de los materiales más emocionantes del futuro es el grafeno. El grafeno es un material a base de carbono que es extremadamente fuerte, liviano y flexible. Tiene una conductividad térmica y eléctrica excepcionalmente alta y es resistente a la corrosión. Debido a estas propiedades, el grafeno se está investigando como un material potencial para la construcción de edificios. Los paneles de grafeno podrían usarse para construir paredes, pisos y techos que sean más duraderos y resistentes a los terremotos.
Los aerobricks o aeroladrillos están compuestos por tres componentes principales: vidrio flotado estándar, epoxi y aerogel. El vidrio conforma la mayor parte de la estructura, utilizando cuatro piezas de vidrio en su prototipo de mejor rendimiento. Para medir el rendimiento térmico del nuevo ladrillo (y de una pared simulada de seis filas de ladrillos), los científicos utilizaron una placa calefactora a gran escala y también realizaron una simulación del ladrillo mediante un software de análisis térmico. Los resultados obtenidos mostraron una concordancia bastante estrecha: la conductividad térmica medida fue de 53,0 mW/(m·K) y el valor simulado fue de 50,5 mW/(m·K). Esto los hace más aislantes que cualquier otro material conocido o disponible en el mercado.
Para evaluar su resistencia, los investigadores realizaron pruebas de compresión en los ladrillos. La máquina de compresión aplicó grandes cantidades de fuerza a los ladrillos, aumentándola gradualmente hasta que el material se rompió. Esta prueba demostró que los ladrillos tenían una resistencia a la compresión de casi 45 MPa, lo que sugiere que, a diferencia de los paneles de policarbonato, serían adecuados para su uso en estructuras de carga.
Los investigadores han presentado una solicitud de patente para su invención y afirman que sus aeroladrillos son los más adecuados para reemplazar las paredes perimetrales. En el estudio, los autores destacan que esta tecnología «abre el potencial para crear una capa externa con una fachada translúcida que no solo aísla bien, sino que también aporta luz natural al interior del edificio».
Otro material prometedor es la espuma de metal. La espuma de metal es un material ligero y resistente que se puede utilizar en la construcción de edificios. Tiene una alta capacidad de absorción de energía y es resistente al fuego y a los terremotos. Debido a estas características, la espuma de metal se está investigando como un material potencial para la construcción de edificios más seguros y resistentes.
En resumen, la innovación en la tecnología de materiales está revolucionando la arquitectura. Los nuevos materiales ofrecen una amplia gama de beneficios, desde la durabilidad y la resistencia hasta la eficiencia energética. El grafeno y la espuma de metal son solo dos ejemplos de materiales emocionantes que pueden transformar la forma en que se construyen los edificios en el futuro.