Una mirada a la arquitectura del mercado neogótico de Xàbia

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Una de las arquitecturas más llamativas del casco antiguo de Xàbia es el Mercado de Abastosun gran exponente de la tradición neogótica levantado en 1947, una cronología muy tardía para este estilo en donde lo que se estaba extendiendo era el racionalismo.

No entraremos a contar la historia y evolución del lugar aunque sí haremos un breve resumen. En el solar que hoy ocupa el mercado se fundó en 1662 el convento de las Agustinas Descalzas gracias a la voluntad de la xabiera Joana Ana Bolufer y la fundadora Anna María Gallart, Sor Ana María. El convento se mantuvo en pie hasta el año de 1936, momento en que se destruyó con la intención de construir en su solar un mercado cubierto que sustituyera al mercado abierto en la Plaza de Baix. Fue en el año de 1943 cuando el alcalde, Jaime Cruañes Bover, retomó la idea de crear este mercado que se empezó a levantar hasta que en 1946 se puso la última piedra de finalización. Los arquitectos que llevaron a cabo este proyecto fueron Juan Vidal Ramos y Julio Ruiz Olmos.

Aunque ambos arquitectos, alicantinos de nacimiento, estaban inmersos en la nueva arquitectura moderna del momento, en el caso de Xàbia había un condicionante previo para levantar dicho mercado, y es que se encontraba en el casco antiguo y por tanto había que respetar ciertos estilismos arquitectónicos que la población ya conservaba como por ejemplo, la arquitectura gótica. Por esta razón, a la hora de abordar este proyecto había que hacerlo dentro de un estilo neogótico para que no distorsionara ni con la iglesia de San Bartolomé ni con el entorno.

A la hora de abordar el edificio ya existía la manzana rectangular del antiguo convento, por ello se respeta la planta rectangular. Para diseñar una arquitectura de mercado que ofreciera un espacio diáfano en su interior y siguiera un estilo del pasado, se toma como base de inspiración las atarazanas de Valencia del siglo XIV. Las atarazanas fueron unos edificios que se construyeron con la finalidad de construir o reparar embarcaciones en su interior. La estructura arquitectónica de este edificio era de una planta rectangular dividida en cinco naves, levantado en ladrillo, y subdividido por arcos diafragmas apuntados, dejando una cubierta a dos aguas sostenida por vigas de madera. Pues bien, la estructura de una de estas naves, es la que se toma como modelo para levantar el mercado de Xàbia que repite esa planta rectangular y dividida en seis tramos por arcos diafragmas apuntados y esa misma cubierta a dos aguas.

Los accesos de las cuatro fachadas del mercado se hacen por medio de un gran arco de medio punto. Esta tipología de arco no es que sea el típico en un periodo gótico, pero en el caso de la Corona de Aragón y el reino de Valencia, y por supuesto en Xábia, sí que es característico que en las portadas de edificios civiles del casco antiguo, los arcos de medio punto formados con grandes dovelas sea algo que se mantenga, tal y como ocurre en la portada de la Calle Mayor, 8 o la portada de la Capilla de Santa Ana.

Para la iluminación del mercado se van a utilizar dos tipos de ventanas. Por un lado, en los lados mayores se recurre a una secuencia de arcos geminados y tripartitos, con soportes de columnas poligonales y arcos rebajados. La repetición de esta secuencia ofrece una sensación de una galería o mirador en la parte alta del edificio. Para realizar estos vanos, también los arquitectos tuvieron que respetar un modelo de la arquitectura gótica civil de la Corona de Aragón, y en particular, la secuencia de arcos que se produce en lo alto del Palacio de los Sapena (ss.XIV-XV) y que después se va a repetir en el Palacio de Antoni Bañuls (s.XVII).

Por otro lado, en los accesos menores del mercado, la iluminación se produce por medio de cinco vanos verticales y estrechos que terminan su decoración por medio de un arco trilobulado. Este modelo de arcos también es muy característico en la arquitectura del gótico valenciano tal y como se conservan en muchos edificios civiles de los siglos XIV y XV, y en el caso concreto de Xàbia también aparecen, aunque con una forma más esquematizada y estilizada, en la fachada del Palacio de los Sapena o en la ventana gótica de la calle de San Pedro Mártir.

Por último, un elemento a respectar en todo momento, es la utilización de la piedra tosca, algo que ofrece una identidad a la población de Xàbia, y sobre todo a la combinación de la piedra de tosca vista en el zócalo, vanos o los arcos interiores, con la piedra oculta con los muros encalados. Esta combinación también es algo característico del casco antiguo de Xàbia, y como tal es respetado en el edificio.

En conclusión, el resultado de la construcción del mercado es un edificio enteramente neogótico en el que a pesar de los nuevos estilos racionalistas de la década de 1940 u otras modernidades, consigue respetar todas las características de la tradición ya no solo de la arquitectura gótica valenciana sino de los elementos que singularizan el casco antiguo de Xàbia, de tal manera que hoy, su arquitectura se encuentra plenamente integrada en la población, convirtiéndose en un atractivo patrimonial de gran relevancia.

Fuente: https://xabiaaldia.com/

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